Cubrebandejas de punto yugoslavo.

El sábado 23 de septiembre estando dando un paseo matutino, me encontré por casualidad con una mercería que nunca había visto, estuve observando el escaparate y ví que vendían tela de aída a muy buen precio y tenían diversos colores, así que entré y me llevé unos metros en dos tonos, beige y azul claro. Lo primero que me sugirió estas telas fue hacer unos cubrebandejas para una amiga (muy querida) que hacía mucho que no la veía. Cuanto llegué a casa me puse a cortarlos, quería hacer dos y pero me pareció más original no hacerlos iguales pero que combinaran entre sí. Por la tarde me puse a ver varias revistas para encontrar alguna cenefa o motivo y entre ellas había una de punto yugoslavo, fue una de las revista primeras que me compró mi madre cuando yo no debía tener más de 12 años y tenía todavía puesto hasta el precio 50 pesetas jajaja. Me decidí por uno de los esquemas y me puse manos a la obra. Afortunadamente el domingo no tenía nada pendiente que hacer y habíamos pensado quedarnos en casa tranquilitos, así que aproveché y por la noche terminé el primer cubrebandejas, el lunes empecé el segundo para terminarlo a lo largo de la semana tranquilamente, pero el martes me llamó mi amiga diciendome que casualmente venía a Sevilla al día siguiente y que le gustaría verme, me hacía mucha ilusión regalarselos pero acababa de empezar el segundo cubrebandejas...., en fin que me pudo más la alegría de verla y quería a toda costa regalarle los cubrebandejas, (aunque es poco para lo que ella merece), así que me quedé hasta altas horas de la madrugada para terminarlos, pero valió mucho la pena.